Tras la misa los hermanos rezamos ante el
Santísimo con gran recogimiento.
Más tarde el redoblar de tambores anunciaba la llegada de la Procesión, la cual pasa por el interior del Oratorio y por delante del Sagrario, una vez allí el presidente de los cofrades agradeció muy amablemente nuestra ya habitual presencia en este día tan significativo.
Tras el saludo a la comitiva procesional, estos terminaron de pasar por el interior del Oratorio y procedimos a cerrar las puertas.
No podemos terminar, sin antes agradecer el trato que siempre recibimos en Porreras, nuestra Casa Madre.
++ Non Nobis Domine, Non Nobis, Sed Nomine Tuo Da Gloriam ++