ORDEN DEL TEMPLE ( ORDEN CATÓLICA DE LOS CABALLEROS DEL TEMPLE DE JERUSALEM )

Lugar de encuentro,de estudio,de oración, de noticiario y trabajo para colaboradores, afines, y miembros de la Orden Católica de los Caballeros del Temple de Jerusalem.

Aquí podremos encontrar toda la información, los estudios y los trabajos de la Orden del Temple, tanto en la antigüedad como en la actualidad.

Así mismo iremos informando de las Celebraciones, investigaciones e Investiduras que se hayan realizado o se vayan a realizar.



NON NOBIS DOMINE, NON NOBIS SED NOMINE TUO DA GLORIAM



lunes, 7 de mayo de 2012

Marca la X a favor de la Iglesia Católica


“Ayudas a la Iglesia. Ganamos todos”


Marca la X en la casilla de la Iglesia Católica

A raíz del acuerdo alcanzado entre el Estado y la Santa Sede en diciembre de 2006 el sostenimiento económico de la Iglesia Católica en España depende única y exclusivamente de los católicos y de quienes valoran la labor que desarrolla en nuestro país.

¿Qué supone para la Iglesia Católica marcar la X a su favor?

Contribuir al sostenimiento básico de la Iglesia (celebrar el culto, retribuir a las personas dedicadas a la Iglesia y llevar a cabo los proyectos pastorales) para que pueda continuar realizando su labor tanto a nivel pastoral como social.
Los ingresos obtenidos a través de la X en la Declaración de la Renta suponen entre el 25% y el 30% de las necesidades de la Iglesia. El resto lo recibe de las aportaciones voluntarias de los católicos.

¿Qué supone para el contribuyente marcar la X a la Iglesia?

No tiene coste alguno para el contribuyente. Vd. no paga más y el 0,7% de sus impuestos se destinará a colaborar para que la Iglesia siga desarrollando su labor.




Algunas cifras

Atención religiosa a:
- 315.000 niños que reciben el Bautismo cada año.
- Más de 120.000 parejas que se han casado por la Iglesia en este año.
- 10 millones de católicos que asisten a Misa cada domingo.
- Cientos de miles de voluntarios que colaboran en acciones pastorales y/o son miembros activos de Asociaciones y Cofradías.
La Iglesia atiende también a:
- Cerca de 1.400.000 niños que asisten a centros educativos de la Iglesia.
- Más de 200.000 inmigrantes en distintos Servicios y Centros.
- Los privados de libertad de 77 cárceles españolas.
- Más de 50.000 niños y jóvenes de educación especial.
- Más de 25.000 huérfanos.
- Más de 57.000 ancianos.
La Iglesia trabaja a diario en:
- Más de 200 centros hospitalarios, ambulatorios y dispensarios.
- 876 casas para ancianos, enfermos crónicos, inválidos y minusválidos.
- Cerca de 900 orfanatos y centros para la tutela de la infancia.
- Más de 300 guarderías.
- 365 centros especiales de educación o reeducación social.
- 144 centros de caridad y sociales y 300 consultorios y centros para la defensa de la vida y la familia.
- 147 países donde están cerca de 18.000 sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares en misiones.

Lo que nos mueve

El amor al prójimo enraizado en el amor a Dios es ante todo una tarea para cada fiel, pero lo es también para toda la comunidad eclesial, y esto en todas sus dimensiones: desde la comunidad local a la Iglesia particular, hasta abarcar a la Iglesia universal en su totalidad. También la Iglesia en cuanto comunidad ha de poner en práctica el amor. En consecuencia, el amor necesita también una organización, como presupuesto para un servicio comunitario ordenado. La Iglesia ha sido consciente de que esta tarea ha tenido una importancia constitutiva para ella desde sus comienzos: « Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común; vendían sus posesiones y bienes y lo repartían entre todos, según la necesidad de cada uno» (Hch 2, 44-45). DCE 20
a) La naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una triple tarea: anuncio de la Palabra de Dios (kerygma-martyria), celebración de los Sacramentos (leiturgia) y servicio de la caridad (diakonia). Son tareas que se implican mutuamente y no pueden separarse una de otra. Para la Iglesia, la caridad no es una especie de actividad de asistencia social que también se podría dejar a otros, sino que pertenece a su naturaleza y es manifestación irrenunciable de su propia esencia.
b) La Iglesia es la familia de Dios en el mundo. En esta familia no debe haber nadie que sufra por falta de lo necesario. Pero, al mismo tiempo, la caritas-agapé supera los confines de la Iglesia; la parábola del buen Samaritano sigue siendo el criterio de comportamiento y muestra la universalidad del amor que se dirige hacia el necesitado encontrado «casualmente» (cf. Lc 10, 31), quienquiera que sea. DCE 25